martes, 11 de septiembre de 2012

Infinite Love~ Capitulo 18


Austrid y Bruno estuvieron dando una vuelta antes de ir a casa del chico. Entraron y fueron a su habitación. Austrid se tumbó en la cama.
-Ahora solo falta esperar a que Helena cuente el rumor.
-Deja de culparla, que me voy a enfadar otra vez, estoy cansada de que la culpes.
-La culpo porque creo que es ella. Y si te enfadas, tengo el remedio para quitarte el enfado.- dijo Bruno sonriendo.
-Pues si me enfado, intentaré que ese remedio no tenga resultados.- dijo Austrid con media sonrisa.
-¿Intentarás?
-Intentaré.
-¿Y no me vas a decir cuál es el rumor?
-No.
-Por favor.
-No.
-¿No te fías de mi?
-No.
-Me ofendes.
-¿Te puedo pedir un favor?
-Supongo.
-¿Supones?
-Supongo.
-Pues no te lo pido.
-Pídemelo.
-Bésame y calla, tonto.
Bruno se acercó a Austrid y la besó despacio. Un beso intenso, romántico. Duró varios segundos. Segundos que no tenían fin.
**
Llegaron a casa de Marina y esta abrió la puerta.
-Quiero que mañana vengas a mi casa.
-¿A tu casa? Nos verán tus padres.
-Esa es la idea. Quiero que los conozcas.
-Pero... ¿les caeré bien?
-¿Es eso lo que te preocupa? Tranquila, seguro que les caes fenomenal. El problema no es ese, el problema es que no sé como van a actuar tus padres al saber que soy tu novio.
-No tienen por qué enterarse.
-Al final se enterarán.
-Lo sé. Bueno, seguro que les caes bien.
-Esperemos.
-Esperemos.
Los dos sonrien.
-Oye... ¿por qué yo nunca te he visto por el pueblo?
-Ni idea. Yo a ti si te he visto.
-¿Dónde?
-En el instituto.
-Pues yo a ti no. Nunca había visto a Pilar, a tu hermano, a Fernando...
-Yo a ti te veía todos los días. Además Luis no paraba de hablar de ti.
-¿Y qué decía?
-Que eras preciosa, perfecta. Y siempre estaba preguntándonos si pensábamos lo mismo que él. Por supuesto, nosotros decíamos que eras guapa, para no enfadarlo. Aunque yo lo pensaba de verdad. Luis decía que tú no formabas parte de las presumidas, que tú eras más natural.
-Oh, sabía que en tercero estaba enamorado de mi, pero pensaba que ya no, porque como estuvo saliendo con Marta y todo eso...
-Él estuvo saliendo con Marta para ver si te olvidaba, porque pensó que una chica como tú nunca saldría con él. Pero no lo consiguió. Y desde entonces el que empezó a pensar en ti fui yo. Y cuando por fin te conocí en la playa, me gustaste más aún.
Marina abrazó a Daniel.
Daniel sonrió, la cogió en brazos y la llevó a su habitación. La dejó tumbada.
-Ven, túmbate a mi lado.
Daniel se tumbó a su lado y le acarició el pelo.
-Me tengo que ir. Por cierto... ¿quién es esa Inma que viene dentro de tres días?
-Es mi mejor amiga. Está en Inglaterra con sus abuelos.
-¿Irás a recogerla?
-Sí, será una sorpresa.
-Bonita sorpresa.- sonrió.- ¿Qué día es hoy? ¿Viernes?
Marina hizo mentalmente las cuentas.
-Sí.
-Viene el domingo.
-Ajá.
-¿Vendrás a mi casa mañana?
-Si me invitas sí, claro.
-Bueno, me voy. Vendré mañana a recogerte a las 1:00. Comerás allí, ¿vale? Te enseñaré mi casa. Y a mi familia.
-Bueno, a Bruno ya lo conozco. Conoceré a tus padres.
Daniel soltó una carcajada.
-¿Qué?- dijo Marina, sin enterarse de nada.
-No solo conocerás a mis padres. Bueno, adiós. Te quiero.
Daniel se acercó a Marina y le besó los labios levemente mientras le acariciaba el pelo por última vez. Salió de la habitación, bajó las escaleras, y a los pocos segundos, se oyó la puerta de la calle.
¿Qué habría querido decir con eso? Marina esa noche se esforzó en dormir, ya que le esperaba un día de sorpresas.

viernes, 31 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 17


Le veía el miedo en los ojos. Le di la mano. Después de pagar fuimos a recoger los patines. Cuando llegamos a la taquilla donde te los daban, vimos que la persona encargada era la misma chica que un día antes encontró mi anillo en el barco.
-¡Hola!-nos dijo sonriendo.- ¿Vosotros por aquí?
-Sí, hemos venido a ver qué tal se nos da lo de patinar. ¿Y tú que haces aquí?
-Mi madre se ocupa de esto.
-¿No se ocupaba de los barcos?
-Mi padre se ocupa de los barcos y mi madre de esto. ¿Es la primera vez que venís a patinar?
-Sí, y espero que sea la última porque no creo que salga vivo.- contestó Daniel.
La chica soltó una carcajada.
-Me llamo Fátima, encantada.
-Yo soy Marina y él es Daniel.
-Si queréis os puedo ayudar, llevo muchos años ayudando a mi madre con esto y tengo mucha práctica.
-Sí, por favor.- rogó Daniel.
-Tranquilo, no es tan difícil.
A pesar de las tranquilizadoras palabras de Fátima, no vi a Daniel muy convencido.


**
Estaba tumbado en mi cama. El corazón me dio un vuelco cuando me enteré de que Daniel y Marina estaban juntos. ¡Si se acababan de conocer! Los dos la conocimos el mismo día, en el mismo instante. ¿Qué tenía Daniel que no tuviera yo? Supongo que todo. Pensándolo bien, todos los chicos tenían algo que yo no tenía. Marina me gustaba de verdad. ¿O era un simple capricho? No sé. Cuando la vi en la playa, con sus preciosos ojos y su perfecta sonrisa, una esperanza me llenó. Era preciosa. Y después, en casa de Luis, cuando me abrió la puerta de tan buen humor gastando bromas, tuve más esperanzas. Más tarde, al verla en bikini... ¡Uf! ¿Por qué la vida es tan dura? Todo lo mejor se lo llevaban los demás. Todas las chicas del instituto estaban enamoradas de Daniel. Seguramente por su físico. Y de todas, él eligió a Marina. Era obvio que yo no era el único que en este momento no estaba muy conforme con la nueva pareja.




**
-Entonces... ¿se lo has dicho?
-Sí.
-¿Y qué ha dicho?
-Nada, sólo ha dicho que se tenía que ir.
-Seguramente se fue a contárselo a las demás.
-No lo sabes.
-Intuición masculina.
Me giré y fingí estar enfadada. Me divertía. Bruno me cogió la barbilla, me giró la cabeza. Nuestras caras estaban a pocos centímetros. Entonces me besó y le devolví el beso.
-¡Ah! Ya no estás enfadada, ¿no?
-Pues no.
-Se te pasan a ti muy rápido los enfados, ¿no?
-Cuando estoy contigo sí.
Le sonreí, me devolvió la sonrisa. Le besé, me devolvió el beso.


**


Salimos de allí entre risas.
-Cariño... ¿cuántas veces te has caído?- me preguntó Daniel.
-No sé... he perdido la cuenta.
-Al menos yo no me he caído.
-Normal, Fátima no te soltó en ningún momento.
Fuimos caminando de la mano sin rumbo.
-¿Adónde quieres ir?- me preguntó.
-Adónde tú quieras. Sólo quiero estar contigo.
Me sujetó por la cintura me besó en la cabeza. De repente, sonó mi móvil. Miré la pantalla. “Mamá”.
-Lo tengo que coger.
-Cógelo, cariño.


-Llamada telefónica-


-Hola, mamá.
-Hola, cielo. Siento no haberte llamado antes. No he tenido tiempo, el abuelo ha empeorado.
-No pasa nada.
-¿Te aburres? Todavía Inma no ha vuelto, ¿no?
-Sí, me aburro mucho. Inma vuelve dentro de 3 días.
-No te pasas todo el día en casa, ¿no?
-No, salgo a la playa y eso. Aunque no mucho.
-Hija, quiero que salgas, que te diviertas.
-¿Pero con quién?
-No sé... con Luis y sus amigos.
-Mamá, no sé... bueno, a ver que haré.
-Lo siento, tengo que colgar, que viene el médico para decirnos cómo está el abuelo.
-¿Está en el hospital?
-Sí...
-Bueno, te dejo. Espero que se mejore. Da un beso a todos de mi parte.
-Vale, cielo. Te quiero.
-Te quiero.


Colgué y miré a Daniel, que también me miraba sonriendo.
-Te aburres mucho, ¿no?
-Claro.
Se acercó a mi, me pasó la mano por la cintura y me besó en los labios.
-No quiero que sepa que tengo novio.
-Lo entiendo.
-Gracias. ¿Vamos a mi casa?
-A donde tu quieras.
Y de la mano, la pareja fue hacia la casa de Marina.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 16

Miré el reloj. Habían pasado cinco minutos de la hora. Marina nunca llegaba tarde. La esperé mirando a los niños que jugaban en el parque. Pasaron otros cinco minutos. De repente sentí unos brazos que rodeaban mi cuello por detrás. Giré la cabeza y me encontré con los labios de Marina, que me besaban.
-¿Vamos?- me dijo Marina.
Me cogió de la mano y me levantó del banco. Marina estaba agarrada a mí. Olía a vainilla.
-¿Pero adónde me llevas?- le pregunté.
-¡Es una sorpresa!
Suspiré sonriendo.
**
Mientras, en casa de Pilar...
-¿Pero cómo va a ser eso?
-Pues es lo que me ha dicho.
-Esa información está muy bien, pero me interesa más la de Marina y Daniel.
-¿Todavía le quieres?
-¡Qué dices! Bueno, venga, a buscar información. Y después me la dices, ¿eh?
-Sí, pero no le cuentes a nadie lo de Austrid y Bruno.
-Que sí, no te preocupes.
Helena se fue y yo me quedé pensando en mi cama.
¡Maldita Helena! Toda la mañana esperando y la única información que me trae es de Austrid y Bruno. Al parecer habían cortado. ¡¿Pero a mí que me importaba?! Yo quería saber de Marina y Daniel. Era obvio que no seguía enamorada de Daniel, pero... ¿en algún momento lo había estado? No. Y no lo estaba ahora. Pero necesitaba saber cómo iba con Marina. Quería saber si de verdad lo hacía por amor o para darme celos. Desde que cortamos no paraba de pensar en Daniel, lo que no entendía era el por qué. Por más que me convencía de que no estaba enamorada de Daniel, todavía tenía mis dudas. No podía negar que Daniel era guapísimo, tenía unos ojos azules y una sonrisa preciosa. Y eso sin contar con su cuerpo. Daniel era... apetecible. Pero eso no significaba nada, ya que todas pensaban lo mismo de él. Tenía que ir a hablar con Daniel. Le diría que me arrepentía y que fue un error cortar con él. Si me iba a creer no lo sabía, pero seguro que se volvía a pensar lo de volver conmigo.
**
Estuve sonriendo hasta que vi a donde habíamos llegado.
-Yo no sé si...
-¡Que sí, hombre!
-Bueno... si tu sabes y me ayudas...
-No, si yo tampoco sé.- me dijo sonriendo.
No me podía creer que me hubiera llevado a patinar sobre hielo. No estaba muy seguro, pero me cogió la mano y entramos. Fuimos a pagar. Marina sacó un monedero y pagó.
-¿Por qué has pagado tú? Yo tenía dinero.
-Tú has pagado la comida y yo esto.- dijo sonriéndome. No podía negarlo, me encantaba.
**
Estaba sumergida en el libro, era mi preferido. Esta era la cuarta vez que me lo leía. Me levanté a pedir un café porque estaba cansada de esperar a Bruno. En la barra había un chico muy mono con el pelo oscuro y los ojos color miel. Le pedí un café, cuando me lo sirvió me sonrió. Tenía una sonrisa verdaderamente bonita.
-Gracias... - miré el cartel en el que ponía su nombre – Álex.
-De nada. Pero tienes ventaja, tu sabes mi nombre.
-Austrid.
-Encantado.
-Lo mismo digo.
Me dirigí a mi mesa con el café quemándome la mano. Fui acelerando el paso porque cada vez quemaba más. Dejé el vaso de plástico en la mesa y me senté. Antes de volver a mi libro, le soplé al café. Di un sorbo rápido para no quemarme la lengua. Tenía que echarle azúcar. Me levanté y fui hacia la barra. Álex me sonrió cuando me vió otra vez allí.
-¿Me podrías dar un sobre de azúcar, por favor?- le pedí con una sonrisa.
-¡Claro!
Abrió un cajón y sacó un paquete de azúcar.
-Toma.
-Muchas gracias.- dije.
Fui otra vez hacia mi mesa. Me senté y le eché al café el sobre entero. Lo removí con una cucharilla de plástico que casi no sobresalía del vaso. Mientras lo removía, vi a Bruno en la puerta de la cafetería, mirando a un lado y al otro, buscándome con la mirada. Cuando me vio, empezó a caminar hacia mi. Miré el reloj. ¿Cómo había tardado tanto?
-Hola, cariño.- le dije cuando se sentó a mi lado.
-Hola.
-¿Cómo te has retrasado tanto? Ya me pensaba que no venías.
-Lo siento. Es que fui a casa de un amigo y me entretuve más de lo pensado.
-Ah, no pasa nada. Ya he pedido un café, porque no sabía si venías o al final no. ¿Quieres algo?
-No me apetece. Tal vez más tarde.
 

domingo, 26 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 15


Mientras tanto, Marina y Daniel se dirigían al restaurante de la mano. Marina seguía en ascuas hasta que se encontraron frente un restaurante italiano.
-¡Hola Louis!
-¡Daniel!Cuánto tiempo.
-¿Tienes una mesa para dos?
-Por supuesto, seguidme.
Entraron en un restaurante precioso, aunque no muy grande, pero acogedor.
-¿Qué vais a querer?- preguntó Louis haciendo de camarero.
-¿Y desde cuando el chef se ocupa de los clientes?
-Servicio especial.- dijo Louis sonriendo.
-Bueno, pues... ¿tú que quieres, Marina? Louis, esta es Marina, mi novia.
-Encantado.- dijo Louis dándole dos besos a la chica.
-Lo mismo digo.- le contestó ella sonriendo.
-Bueno,-dijo Daniel- yo quiero espaguetis, ¿y tú Marina?
-Lo mismo.
-Enseguida lo traigo.
Cuando acabaron de comer tenían toda la cara manchada.
-¿Beso de tomate?- preguntó Marina.
-Beso de tomate- afirmó Daniel sonriendo.
Se besaron entre risas y cada uno limpió la cara del otro. Se despidieron y Marina dijo:
-A las cinco en el parque. Tengo una sorpresa.
-¿Me la vas a decir?
-No.
-No sé si podré aguantar.
-Pues tendrás que hacerlo.- dijo Marina sonriendo.
Cada uno se dirigió a su casa.
**
A la misma vez, dos chicas hablaban en un banco del parque. Austrid había quedado con Helena para llevar a cabo su plan.
-¿Sabes? Bruno y yo lo hemos dejado.
-¡¿Lo habéis dejado?!
-Pues sí. Pero no se lo cuentes a nadie. ¿Vale?
-No, claro que no.
¿Lo diría de verdad? Austrid no lo sabía, pero esperaba que no. Helena siempre la había apoyado y, aunque Bruno le había dicho que Helena contaba sus secretos, ella no quería creerlo. Pues sí, era la mejor amiga de Pilar, ¿y qué? Que fuera amiga de la ex de Daniel no significaba nada.
-Me voy.- dijo de repente Helena.
-¿Tan pronto?
-Es que... tengo cosas que hacer.
-Pero si llevas conmigo diez minutos.
-Lo siento.- dijo levantándose.
Helena echó a andar. No me podía creer que me dejara plantada. ¿Para eso había venido? Ya que estaba allí, entré a una cafetería que había enfrente del parque. Después de entrar, subí a la planta de arriba y me senté en un sillón. Llamé a Bruno.
-¿Cariño? Soy Austrid. Estoy en la cafetería de enfrente del parque. ¿Vienes? No, Helena se ha ido. ¿No puedes? ¿Diez minutos? Encima me haces esperar... Bueno, un beso. Te quiero.- metí el móvil en un bolsillo del bolso y saqué un libro que llevaba siempre. Empecé a leerlo.

viernes, 24 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 14


Capitulo 14:
Al otro lado del pueblo el amor de dos jóvenes seguía su ritmo. Desde susurros hasta caricias. Desde abrazos hasta besos. Desde un “Te quiero” hasta un “Te amo”.
-Vámonos.- le dije a Daniel.
-¿Adónde?
-A cualquier sitio.
-Te invito a comer. ¿Estás de acuerdo?
Me lo pensé.
-Estoy de acuerdo en todo menos en la parte de pagar. Pago yo.
-Ni hablar.
-Bueno, vale.- dije con una sonrisa.
-¿Me dejas pagar? Con lo cabezota que eres me extraña que me dejes pagar tan fácilmente. Algo estarás tramando.
Le sonreí.
-Oye... ¿por qué no vamos al restaurante ese nuevo que...?
-Para nada.- me interrumpió.- Lo elijo yo.
-¿Y entonces a cuál me vas a llevar?
-Es una sorpresa.
-No sé si aguantaré.
-Pues tendrás que hacerlo.


Y de un amor a otro.
Austrid estaba en la casa de Bruno. Austrid era la primera novia de él y viceversa. Ninguno sabía cómo comportarse con el otro, sólo se dejaban llevar. Austrid era guapa. Bruno la amaba. Con todas sus fuerzas.
-El otro día me dijeron que qué suerte tener a Marina como cuñada. Yo no sé cómo lo sabrían...- dijo Bruno con tono irónico.
-¿Me estás diciendo que lo he ido contando por ahí?
-No, digo que se lo dijiste a Helena, y decírselo a Helena es como decírselo a todo el mundo. Y te recuerdo que es la mejor amiga de Pilar, la ex de mi hermano.
-¿Y qué si se lo dije? Yo confío en ella, no ha podido ser Helena la que lo ha publicado por ahí.
-¿Y por qué no?
-Pues... ¡Porque no!
-Pues para mí está claro que ha sido ella, porque ni mi hermano, ni Marina ni yo teníamos intención de decirlo todavía.
-Pues yo estoy segura de que Helena no ha sido.
-Bueno, vamos a hacer una cosa: tú le cuentas un secreto falso y si la gente lo sabe está claro que es ella.
-Vale, pensaré algo y sólo se lo diré a ella, a nadie más.
-¿Ni a mi?
-Ni a ti. ¿Y si lo dices por ahí y culpas a Helena? Bueno, me voy que se me hace tarde.
Bruno se acercó a ella para besarle los labios en forma de despedida, pero Austrid le dio dos besos en la cara. La chica empezó a dirigirse hacia la puerta, pero Bruno la cogió de un brazo, Austrid se dio la vuelta y se besaron.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 13

Frente a mí estaba el chico más mono del mundo con un ramo de rosas. Daniel tenía pintada una sonrisa en la cara. Mientras, al otro lado de la puerta, Daniel pensaba que hoy Marina estaba guapísima. Era preciosa. Tenía sus rizos más bonitos que nunca. A pesar de estar en pijama, estaba muy guapa. “Espero que le gusten después de todo”, pensaba. El chico había tenido que recorrer el pueblo entero. Después de ir a su floristería preferida y ver que estaba cerrada, tuvo que ir a la otra, a pesar de que no le hacía mucha ilusión. Fue lo más rápido que pudo, pero aún así llegó mucho más tarde de la hora a la que pensaba llegar. Ese día se vistió muy elegante sólo para llevarle el ramo, ya que no tenía pensado llevarla a ningún sitio, aunque esa opción también la tenía en cuenta. Marina se puso de puntillas y besó a Daniel.
-Siéntate en el sofá y espérame, enseguida bajo.
Salió corriendo escaleras arriba dejando a Daniel confuso. El chico hizo lo que le habían mandado y esperó en el sofá. A los diez minutos bajó Marina con un vestido blanco turquesa. “Tengo suerte de haber conocido a una chica como ella...”, pensaba Daniel. Nada más verla, Daniel se levantó del sofá y fue hacia ella. Marina se quedó quieta en su sitio y se quedó mirando los ojos de Daniel mientras se acercaba a ella. Cuando Daniel estuvo lo suficientemente cerca, le pasó el brazo por la cintura y le besó en la frente. Después le entregó el ramo.
-Feliz San Valentín.
-¿En julio?
-Para mí cada día que estoy contigo lo es.
Se besaron.
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En otra parte del pueblo...
No podía creerme que Daniel pasara de mí. Le había llamado muchísimas veces y ya ni me coge el teléfono. Me aparté un rizo pelirrojo de la cara. ¿Todavía le quería? No lo sabía, pero lo quería para mí. ¿Por qué él no era como los demás? Todos los chicos de mi instituto estaban colados por mí, Daniel era el único que no. Aunque bueno, el chico moreno de las gafas también quería a Marina. Luis, me parecía que se llamaba. Aunque tal vez Daniel estuviera saliendo con ella solamente para darme celos. ¿Era capaz? No, no creo que le pidiera salir a Marina sólo para darme celos. No sería capaz de hacerme eso. Ni tampoco a Marina. Ya la habrá enamorado completamente. Yo sabía perfectamente como era Daniel. Y encima, si no llega a ser por mi mejor amiga Helena, ni me entero de que mi ex tiene novia. Se entera de todo. Como es amiga de Austrid desde que se vino a vivir aquí, pues esta le cuenta muchos secretos y ella me los cuenta a mí. Despiadado, pero eficaz.
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Infinite Love~ Capitulo 12

Estuvimos en el sofá hasta las once. No quería que Daniel se fuera así que intenté que no se notara todo el sueño que tenía. Pero el sueño me ganó y me quedé dormida. Me desperté a las 5:00 de la madrugada en mi cama. Daniel me había llevado a mi cama y se había ido sin despertarme. Era un encanto. Me volví a dormir. Esa noche hizo frío y me tuve que tapar con una sábana. Me desperté a las 8:00 y bajé a desayunar todavía dormida. Desayuné unos cereales con leche. Llamaron al timbre. Fui corriendo porque creía que era Daniel. Abrí la puerta y me encontré con mi prima Sara. Traía una bolsa llena de comida.
-¡Sara!- dije abrazandola.
-¡Hola, Marina! Te traigo esto.
-¿Comida?
-Sí, mi madre me ha dicho que te la traiga. Tu madre le dijo a la mía que se iba y que te trajera comida y después se la pagaba.
-Pues muchas gracias, aunque en realidad no he gastado nada prácticamente.
-Bueno, yo te lo dejo aquí y ya está.
-Vale.- le dije sonriendo.
-Bueno, adiós.
-¿Ya te vas?
-Sí.
Sara se fue y yo empecé a guardar la comida en su sitio. Tuve problemas para meter toda la comida en el frigorífico, así que la metí como pude, toda apretada. Al parecer mi madre iba a tener razón y yo era un desastre. Me reí al recordar las palabras que siempre me decía mi madre. En ese momento me acordé de otras palabras mucho más recientes que me dijo mi madre: “Recuerda que tienes que ocuparte de la casa”. Perfecto, mi madre me manda que me ocupe de la casa y yo estoy todo el día fuera. Era el momento de ponerme a limpiar, mis padres podían llegar cualquier día. Me terminé los cereales, metí el cuenco en el lavavajillas y los cereales en el mueble que había al lado del frigorífico. Fui a coger el cepillo para barrer. Barrí toda la parte de arriba y ordené mi cuarto, que estaba todo desordenado con ropa por todas partes: en el suelo, en el escritorio, en la cama... en todos sitios menos en el armario. Lo hice deprisa, no quería pasarme toda la mañana liada con la limpieza. Cuando terminé de barrer, fregué el cuarto de mis padres, mi cuarto, los dos cuartos de baño. Todo fregado. Cuando ya estaba en la parte de abajo, la barrí y también la fregué. Puse el lavavajillas y tiré la bolsa de la basura al contenedor que había antes de llegar a la playa. “¡Mierda! Todavía tengo puesto el pijama.” Yo, como siempre, tan tonta y despistada. Y estaba todo fregado. Me tumbé en el sofá y me conecté al tuenti desde el móvil. Había bastante gente conectada. Estaba conectada Paula, una de las chicas que estaban en la playa el día que conocí a Daniel y a Fernando. Le saludé con un “Hola” no muy entusiasmado, ya que ella tampoco me había saludado ni una vez desde que me mandó una petición. Ella me respondió con un “Holaaa” que a simple vista me parecía simpático pero que nunca podría saber con qué estado de ánimo me lo decía. Me sorprendió que me dijera a continuación un “¿Qué tal?”, a lo que yo le respondí con un “Bien, ¿y tú?”. Estuvo un buen rato sin contestar, lo que no me causó mucha sorpresa, pues yo ya sabía que esa extraña simpatía no duraría mucho. Estuve mirando las fotos de Daniel. “Marina, espero que sea simple aburrimiento.” me decía el corazón. ¡Pues claro que era simple aburrimiento! ¿O lo estaría controlando? En una foto vi a Daniel con otra chica, la foto era de hacía tiempo. Meses, mejor dicho. Pensé que sería Pilar. Se veía guapa. Era pelirroja y tenía los ojos oscuros. Era realmente guapa. A simple vista se veía que era una rompecorazones. Muchos estarían enamorados de ella en estos momentos. La cuestión era que yo nunca la había visto en mi instituto. Nunca había visto a Daniel, Pilar o Bruno. Sim embargo, a Laura, Paula y Carmen las había visto alguna que otra vez en el patio del instituto. Ninguna palabra, solo miradas y pensamientos. Siempre había pensado que eran una chicas presumidas, típico en mi instituto, pero cuando las conocí aquella noche me di cuenta de lo equivocada que estaba. Aquellas chicas que me parecían presumidas acabaron por ser las chicas más normales de mi instituto. No formaban parte de las pijas, ni de las presumidas, ni de las de “¡Me he roto una uña!”. Ellas eran más bien de las que preferían llevar una gorra antes que llevar pestañas postizas. Aquello era raro en mi instituto. Muy pocas renunciarían a los tacones, los pintalabios, los coloretes y todas esas cosas que hacían que las caras de las chicas parecieran un libro para colorear. De repente el ruido de una notificación de tuenti me sacó de mis pensamientos. “Estoy bien. Me he enterado de que estás saliendo con Daniel.” Esa fue la respuesta de Paula. Era increíble lo rápido que corrían los cotilleos en ese pueblo. ¿Quién lo sabía? Inma, Austrid y Bruno. Estaba segura de que si Paula lo sabía, lo sabría ya todo el mundo. Bueno, que se enterase todo el mundo, qué mas da. Ya me imaginaba la frase que le diría a alguna pija cuando me preguntara si estaba con Daniel: Pues sí, y si la envidia te mata, jódete niñata. Punto final. Para algo bueno que tenía, presumiría. Llamaron al timbre. Fui descalza hasta la puerta para no manchar más el suelo. Cuando abrí la puerta, me sorprendí por lo que acaba de ver. Sería una imaginación. Pero no lo era.

Infinite Love~ Capitulo 11

-¡Esperad, he encontrado esto en el barco!
Una chica morena y con los ojos oscuros se acercaba corriendo hacia nosotros:
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Cuando llegó abrió la mano enseñando un anillo.
-Esto estaba en el barco.
Me miré las manos y vi que el anillo con dedicatoria que me regaló Inma por mi cumpleaños no estaba.
-Es mío, ¿cómo lo has encontrado?
-Lo he visto cuando he guardado el barco. Mi padre es el dueño.
-Pues muchas gracias.
-A vosotros por alquilar el barco.
Daniel y yo fuimos hasta mi casa de la mano. Entramos y estuvimos en el sofá hablando. Era increíble que hubiese conocido a una persona tan perfecta que me escuchaba y me enamoraba día a día.
-¿Sabes? Estoy preocupada.
-¿Por qué?
-¿Y si un día te cansas de mi y me dejas?
-¿Lo dices en serio?
-Sí.
-Pues eres tonta. No sé cómo puedes pensar que yo te haría eso... me ofendes,
-Lo siento, pero me dijiste que te contara todas mis preocupaciones.
-Y eso quiero, pero me sorprende que pienses eso de mi. Te quiero y lo sabes.
Se acercó a mi para besarme pero le puse la mano en la boca.
-¿Me lo prometes?
-Te lo juro.
Le besé ya convencida.
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Infinite Love~ Capitulo 10

-¿Desde cuando estas enamorado de mi?
-Desde el primer momento en que te vi. Luis ya me había hablado mucho de ti.
-¿Luis?
-Sí, esta colado por ti.
-¿Todavía?- Dije sonriendo.
-Desde tercero. ¿No estarás enamorada de él?
-¡Claro que no!
-Ya están aquí Bruno y Austrid. Vamos.
Fuimos a la playa los cuatro. Nos dirigimos a donde estaban los barcos y le pedimos al dueño dos. Vimos que también tenia cañas de pescar y alquilamos dos.
Austrid y Bruno se montaron en un barco y Daniel y yo en otro.
Daniel estuvo pescando y yo me senté a su lado. A pesar de que no tuvimos mucho éxito con la pesca nos lo pasamos muy bien. Daniel me tiró varias veces al agua y yo lo intenté en vano. Todo fueron risas. Daniel era muy tierno. Tambien estuvimos hablando en el barco. Él se tumbó y me tumbé en sus piernas mientras me acariciaba el pelo.
-¿Como te enamoraste de Pilar?
-Era amiga de mi hermano.
-¿Tiene nuestra edad?
-No, un año menos. Oye... el chico que te hizo eso... ¿Tiene nuestra edad?
-Sí.
-¿Y como se llama?
Me quedé callada. No quería recordar su nombre. Miré hacia arriba donde estaban sus ojos. Le supliqué con la mirada que no me obligara a decírselo.
-¿No quieres decírmelo?
Seguí callada.
-Si no me lo quieres decir no me importa. Te entiendo.- me sonrió.
Me senté entre sus dos piernas con las mias cruzadas y le puse las manos en las mejillas, me acerqué a el y le besé tímidamente. Puso sus manos alrededor de mi cintura y me devolvió el beso.
Eres el mejor. Nunca encontraría a alguien como tú, sería imposible.
Al final llegó la hora de irse y entregar los barcos. Austrid dijo que hoy tenía que llegar antes a su casa y Bruno la acompaño. Daniel y yo nos sentamos en la arena mirando al mar y antes de irnos me besó. Mi sueño se cumplió. Mi chico ideal me había besado en la playa.
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Infinite Love~ Capitulo 9

Mientras me abrazaba miré a Daniel, que estaba en la puerta de la habitación. Se encogió de hombros sonriéndome. No pude evitar sonreír. Era encantador.
Vamos a la playa.- dijo Austrid.
Nos dirigíamos a la playa. Austrid y Bruno estaban delante, iban abrazados. Daniel y yo íbamos detrás cogidos de la mano.
-¿Por qué le dijiste a Bruno que somos novios?- le pregunté ahora que no nos escuchaba nadie.
-Me preguntó que por qué estaba aquí y le dije que te quería, que nos habíamos besado y que había venido a verte. Y salió corriendo escaleras arriba. Espero que no te haya molestado mi respuesta. ¿Estás enfadada conmigo?
-¿Cómo quieres que esté enfadada contigo?- dije besándole. Le pasé la mano por la cintura y él por la mía y seguimos caminado.
Llegamos a la playa. Eran las 12:30. Dimos un paseo por la orilla. Vimos a lo lejos muchos barcos.
-¿Por qué no volvemos esta tarde y alquilamos uno?- dijo Bruno.
-Lo malo es que no cabemos todos.- dije.
-Bueno, pues alquilamos dos.- dijo Daniel.
-Traemos los bañadores, ¿no?- pregunté.
-Sí.- me respondió Daniel.
Estuvimos una hora en la playa. A las 1:30 Austrid y Bruno dijeron que se tenían que ir. Daniel y yo nos quedamos un rato más en la playa. A las 2:30 fuimos a mi casa. Cuando se iba a ir, le abracé.
-Te quiero.- le susurré en el oído.- ¿Vendrás hoy a verme?
-Vendré si tú quieres.
-No quiero que vengas, necesito que vengas.
-Entonces aquí estaré.- dijo sonriéndome.- ¿A qué hora?
-¿A qué hora has quedado con tu hermano hoy para dar la vuelta por la playa?
-A las 6:00.
-Pues entonces ven a mi casa a las 4:30.- le dije sonriendo.
-A esa hora me verás en tu puerta.
Me besó dulcemente en los labios y se fue.
Cerré la puerta. Me hice para comer unos macarrones. Comí viendo la televisión. Cuando terminé de comer, apagué la televisión y me conecté al tuenti desde mi portátil. Tenía dos peticiones de amistad. Una de Fernando y otra de Daniel. Acepté las dos peticiones. Vi a Inma conectada.
- ¡Hola!
- ¡Hola, Marina! Tía, no te lo vas a creer, pero... ¡dentro de 4 días voy para allá!
- ¡¿De verdad?! Tía, que guay, tengo unas ganas de verte increíbles. Y te tengo que contar de cosas...
- ¡¿Qué quéééééé?! ¡Cuenta, cuenta!
- Pues... tengo novio. O algo así.
- ¡Dios, Marina, eso es genial! Me encanta verte bien por fin. ¿Cómo es?
- Es... perfecto. Me enamoré de él al día siguiente de conocerlo.
Estuve hablando con Inma hasta que llamaron al timbre. Me desconecté y fui a abrir la puerta. Era Daniel. Entró y me besó la mejilla.
- ¿Vamos a mi habitación?
- Como quieras.
Subimos arriba y entramos en mi cuarto.
- Me tengo que poner el bikini.
- Tranquila te espero fuera.
Daniel salio de la habitación y me puse el bikini. Cuando termine salí de la habitación y bajamos abajo. Daniel se sentó en el sofá y yo me tumbé en sus piernas.
- Y... ¿tuviste alguna novia antes de Pilar?
- No, nunca he sentido nada especial por ninguna otra chica.
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miércoles, 8 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 8

Cuando salí de vestirme, estaba sentado en el suelo frente de la puerta del cuarto de baño, esperando a que yo terminara.
- ¿Qué haces en el suelo?
- Esperarte.- me respondió a la vez que se levantaba con una sonrisa en la cara.
- Pues ya he terminado, ¿vamos?
- ¿Adónde?
- A mi cuarto.
Fui a mi cuarto y Daniel me seguía. Me senté en la cama y le dije que sentara a mi lado.
- No he dormido mucho esta noche, ¿sabes? Por los nervios y eso.
- Si quieres te puedes tumbar, no me importa.
- No, no pasa nada.
Le empujé y se quedó tumbado.
- ¿Mi niño cansado? ¡Ni hablar!- dije riéndome.
- ¡Oh! ¿Soy tu niño?
- Me parece que sí.
- ¡Bien!
- Tonto...- dije riéndome y besándole en la mejilla.- ¿Me querías decir algo más?
- Bueno... que... ¿has perdido ya el miedo? A los hombres, digo.
- Creo que sí, pero no lo sé.
- Oye... yo te puedo ayudar a perder el miedo.
- Eso ya lo sé, por eso estoy más tranquila y más segura.
- Te quiero.
- Te quiero.
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Llamaron a la puerta. Fui a abrir. Era Bruno con Austrid.
- ¡Hola!- dijo Austrid.
- ¡Hola!- le respondí.
- ¿Qué hacéis aquí?- preguntó Daniel.
- A veros, mamá me ha dicho que has venido aquí temprano.
- Marina... ¿tienes unos pendientes para dejarme? Es que tengo una fiesta mañana.- dijo Austrid.
- ¡Claro! Ven conmigo.
Subimos a mi habitación, cuando entramos en mi cuarto, Austrid cerró la puerta.
¡- Cuenta, cuenta!
- ¿El qué?
- ¡Cómo que el qué! ¿Por qué está aquí Daniel?
- Ah... pues... somos algo así como novios.
- ¡¿Sois...?!
Austrid no pudo terminar la pregunta, porque Bruno entró corriendo en la habitación.
- ¡Cuñada!- dijo abrazándome.
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martes, 7 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 7


Estaba nerviosa, pero con el beso me tranquilicé. No estaba segura, pero creía que le había respondido a su beso. ¡Dios! ¿A quién pretendía engañar? Daniel era la cosa más perfecta que me había pasado en mi vida. Poco a poco noté como sus labios se separaban de los mios dulcemente.
- Lo siento.- me dijo en un susurro. 
- ¿Qué sientes? ¿Haberme besado? ¿Y por qué lo sientes?
- No soy el adecuado para besarte, a ti debería besarte la persona a la que quieres, no yo.
- Es que eres tú la persona a la que quiero.
- No creo que...
Ahora fui yo la que le besó. ¿Cómo iba a resistirme? Ya me había besado él. Tengo que decir que ese beso lo disfruté.
- ¡Vaya! Así que soy yo la persona a la que quieres.- me dijo sonriendo.
- Espero que no seas como...
- ¡Qué dices! ¿Sabes? Para mí ser tu novio significaría quererte cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo... y lo mucho que te quiero no te lo demostraría con palabras. Tu cuarto está arriba, ¿no?
- Emm... sí.
- Vale, tú me guías.
De repente me cogió en brazos y me llevó escaleras arriba. Se asomó a mi habitación.
- Es ésta, ¿no?
- Sí.
Fue hacia mi cama, me dejó tumbada y me besó la frente.
- Mañana vendré a verte para ver si has pasado bien la noche. Te quiero.
- Entonces... ¿te vas?
- Sí, voy a despertar a esos enamorados y nos vamos de aquí. No quiero que por mi culpa no descanses.
- Demasiado tarde. Creo que con todo lo que acaba de pasar, no voy a pegar ojo.
- Espero que no sea así, Marina. Me tengo que ir, descansa. Mañana nos vemos.- dijo besándome levemente los labios.- Adiós.
Y allí me dejó, medio atontada por lo que acababa de vivir. Oí la puerta de mi casa cerrarse y todo se quedó en silencio. Me arropé, hacía mucho frío. Al final, me dormí. A la mañana siguiente llamaron al timbre cuando yo acaba de terminar de ducharme. Tenía la toalla alrededor del cuerpo. Abrí, era Daniel.
- Hola.- dije sonriendo.
- Hola. ¿Has dormido bien?
- Perfectamente. Sube y me esperas mientras me visto y ya hablamos.
- Vale.
Subí las escaleras sabiendo que me seguía a pocos pasos. Entré en el cuarto de baño.
- ¿Quieres entrar o no te importa quedarte fuera?
- Respeto tu intimidad.
- Gracias.- dije riéndome.
Dejé la puerta del cuarto de baño encajada.
- ¿De qué me quieres hablar?
- Pues... lo primero decirte que te quiero, por si anoche no te quedó claro. Y también decirte que eres la chica más bonita que he visto en toda mi vida.

lunes, 6 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 6

A mi el tiempo se me pasó muy rápido. Al lado de Daniel, las horas eran segundos. No me cansaba de mirar su pelo rubio, ni sus ojos azules, ni su risa encantadora... me estaba enamorando. Me sorprendía de mí misma. Todavía no me podía creer que me estuviera olvidando de lo que me había pasado tiempo antes. Todo mi pasado quedaba en blanco cuando estaba con él. Eso me hacía feliz y me enfadaba al mismo tiempo. Me hacía feliz porque por fin de mi mente salían los dolorosos recuerdos; me enfadaba porque seguramente estaba cayendo en la misma trampa. Austrid y Bruno se quedaron dormidos. Daniel y yo no lográbamos conciliar el sueño. Ninguno de los dos hablaba, todo era normal a pesar del silencio que gobernaba la casa. Ninguno de los dos estaba incómodo. Todo era... perfecto. De repente sonó el móvil de Daniel. Miró la pantalla y lo cogió.
- ¿Sí? Ah, hola, Pilar. Pues claro que estoy bien. No tenías por qué, pero gracias. Pues sí, con dos. Porque soy libre, ¿recuerdas? Sí, lo sé. Seguro. Bueno, es tarde, acuéstate y descansa. No tienes que preocuparte por las personas que no te importan nada. No es necesario. ¿Y ahora lo dices? Un poco tarde, ¿no crees? Bueno, adiós. Espero que tu estado de ánimo mejore. Muchas gracias por preocuparte, aunque no eres precisamente la persona que me gustaría que se preocupara por mí. Ala, adiós.- Daniel colgó y se dirigió hacia mí poniendo los ojos en blanco y resoplando.
- ¿Quién era? Parece que te tiene harto, ¿no?
- Era mi ex, Pilar. Y sí, me tiene harto. Un día me dice que me quiere un montón y al día siguiente me dice: “Daniel, creo que pasas de mí, hemos cortado”.- dijo Daniel con una voz chillona.- Y ahora me viene con el rollo de que estaba confundida, me sigue queriendo y pretende que volvamos como si no hubiera pasado nada. Y yo no soy así. Si un día te peleas conmigo y me ofendes diciéndome que no te hago caso, al día siguiente no voy estar contigo como si aquí no hubiera pasado nada. Además, me rompió el corazón, la quería mucho. Buf... ¿tienes tú un ex así?
- Pues... no. Pero también me rompieron el corazón una vez.
- ¿Quieres hablar del tema conmigo o prefieres no mencionarlo?
- Pues nunca se lo he contado a nadie, solo a mi amiga Inma. Pero tú me has contado un problema y creo que lo más justo es que yo te cuente a ti otro.
- Me parece bien. Puedes empezar, te escucho.
- Pues bueno, cuando estaba en tercero de E.S.O. conocí a un chico muy majo que estaba en mi clase. Era guapo y me encantaba. Algún chivato se lo diría, porque una tarde me dijo por tuenti que él sabía que yo le quería y que él también estaba enamorado de mí. Yo le dije que eso era mentira, que yo a él no le quería. Que me gustaba otro. Pero él seguía diciendo que me quería y que yo le quería a él. Todas las mañanas me decía “Buenos días princesa”, y eso me encantaba, así que cada día me enamorabas más de él. Un día me dijo que si quería salir con él. Yo no sabía qué decirle. Era la primera vez que un chico me pedía salir y aunque yo le quería, me daba miedo salir con él. Todas las noches antes de acostarme me decía que si ya había decidido si iba a salir con él. Al final, el amor le ganó al miedo y le dije que sí. Estuvimos una semana saliendo. Estaba ya perdiendo todo el miedo, pero un día me dijo que ya no podía seguir con la broma. Yo le pregunté que qué broma y él me dijo que en realidad él no me quería, que era para reírse un rato. Y se lo tomó a risa. Yo volví a tener miedo a los hombres y ahora a él lo odio.
- Pues no tienes que tenerle miedo a los hombres. No todos son iguales que ese imbécil. Yo no soy así, por ejemplo.
- Ya sé que tú no eres así, pero el miedo que llevo es doble y es difícil de sacármelo.
- Bueno, ¿y ahora estás enamorada?
- Eso creo.
- Pues si estás enamorada, es que el miedo a enamorarte ya no existe en ti. Eso es bueno. Yo también estoy enamorado.
- Estás enamorado y no tienes miedo a salir con nadie. Seguramente la chica a la que quieres está dispuesta a salir contigo si se lo pides.
- Eso no lo sé.
- Pues yo sí lo sé. Se lo pidas a quién se lo pidas, dirá que sí. Tienes esa suerte.- dije ya entre lágrimas. No sabía por qué lloraba, pero me estaba desahogando y me sentía bien, por lo que no hice el intento de parar.- Tú al menos no tienes el miedo de enamorarte y sufrir una vez más, porque...
Y así como así, se me pararon las lágrimas, el llanto y hasta el corazón. No me lo podía creer pero era así. Daniel me estaba besando.
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Infinite Love~ Capitulo 5

Estuvimos todo el tiempo en la piscina. Estuvimos casi todo el rato hablando. La novia de Bruno se llamaba Austrid Jones. Se ve que estaban enamorados, porque Bruno tenía siempre el brazo rodeando la cintura de Austrid. Tenían la misma edad, un año menos que nosotros. Todos los demás teníamos la misma edad. A las 9 nos salimos de la piscina, cenamos y nos sentamos en el sofá a seguir hablando. En el pueblo donde yo vivía refrescaba mucho por la noche, así que por eso nos metimos dentro de la casa.
- Creo que me voy ya, es tarde, entre que hemos comido y todo, ya son las diez.- dijo Daniel.
- Yo creo que también.- dije.
- Hermanito, tu te vienes conmigo.- dijo Daniel.
- ¡¿Pero por qué?!
- ¡Pero no os vayáis todavía! Que es muy pronto...- nos rogó Luis.- ¿Podéis quedaros un rato más?
Miré a Daniel, a sus increíbles ojos azules, y supe que tenía que quedarme.
- Está bien, pero no me quedaré hasta muy tarde.
- Lo mismo digo.- dijo Daniel.
Su madre nos trajo MAS comida. Después nos sentamos a charlar. Estaba sentada entre Austrid y Daniel. Los demás hablaron, hablaron y hablaron. Obviamente, yo no escuché, estaba concentrada en Daniel. Por más que mi mente me decía que no me preocupara por otro chico, mi corazón me convencía de que él era… perfecto, sí, esa era la palabra adecuada. Cuando me di cuenta ya eran las 12:00. Solo de pensar que ahora tenía llegar sola a casa y todo a oscuras, un escalofrío me recorría la espalda.
- Me voy ya, lo siento, Luis, pero es tarde.
- Vale, otro día quedaremos otra vez, ¿no?
- ¡Claro, cuando quieras! Llámame, ¿vale?
- No lo dudes.
Salimos Daniel, Austrid, Bruno y yo a la calle, ya que también se iban.
- Y Marina… ¿dónde vives?
- Pues un poco lejos, la verdad. ¿Sabes cuál es esa playa pequeña que siempre está vacía porque hay muchas piedras por dentro del agua y por eso nadie se baña?
- Sí.
- Pues al lado hay una casa, la mía.
- ¡Am! Pues entonces te acompañamos. Vivimos más o menos cerca y nos pilla de camino.
Me sonrió. Creo que me sonrojé. Menos mal que era de noche y no me veía muy bien la cara, era una ventaja.
- Marina, ¿tienes hermanos?
- Soy hija única.
Caminamos en silencio un rato.
- Gracias por acompañarme, en serio. Me daba un poco de miedo venirme sola y estar sola en mi casa.
- ¿Estás sola?
- Sí, mis padres han ido a ver a mi abuelo, que está enfermo.
Daniel asintió.
- Hace fresco, ¿no?- dijo Austrid.
- Sí, bastante.- dije.
En el camino nos empezó a llover. Cada iba a más fuerte. Salimos corriendo y cuando llegamos a mi porche, saqué corriendo las llaves y abrí la puerta. Entramos. Todos se quedaron mirando mi casa.
- ¡Qué bonita!- dijo Austrid.
- ¡Tú si que eres bonita!- dije sonriendo mientras caminaba hacia la cocina para beber agua.- Si queréis podéis quedaros hasta que pare de llover.
- Si no es mucha molestia…
Y allí estábamos todos, sentados en el salón, hablando de lo que fuera, para pasar el rato. Tenía mucho sueño, pero no quería perderme a Daniel ni a sus increíbles ojos azules.

domingo, 5 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 4

Las noticias- dijo Daniel mirándome a los ojos. Mis ojos se perdieron en su mirada. Me quedé embobada y no pude contestar.- ¿Marina?
- Eh... ¿Qué?
- Que leo las noticias. ¿Te pasa algo?
- No, no. O eso creo. ¿Y qué, ha pasado algo interesante?
- Pues sí, mira.
Me acercó el periódico para que pudiera leer el artículo. Dijo mogollón de palabras, palabras que no pude escuchar, porque mi mente estaba en blanco. Demasiado tarde, su piel había tocado la mía. ¡¿Qué me estaba pasando?! ¿Acaso me estaba olvidando de cómo eran los hombres? ¿Me estaba olvidando de la depresión que tuve un tiempo por culpa de uno de ellos? Pero... eso era imposible. Nunca podría olvidarme de todo el daño que me hizo aquella persona. Tampoco quería recordar su nombre. Pero Daniel era diferente. “¡Eso no lo sabes!” , pensé. Y era verdad. ¿Yo que sabía? ¿Acaso lo conocía? No. No sabía nada de él. Yo no quería que me pasara lo mismo. Pero el corazón ganaba estaba batalla. Mi mente me decía que todavía no me había recuperado y ya estaba buscando otra vez problemas, pero mi corazón me decía que Daniel, con sus preciosos ojos, era diferente. No se había pasado ni una vez conmigo, era simpático, amable... era perfecto.
- ¡Ya está la comida!- dijo Luis desde la cocina.- Hay que llevarse los platos al jardín.
- Vamos.- me dijo Daniel. Nos levantamos y fuimos a coger cada uno el plato que era suyo, pero Daniel se adelantó y cogió los dos platos, se giró, me miró sonriendo y echó a andar hacia el jardín. Allí estaba la piscina, era enorme. Daniel dejó los platos en la mesa. Ese día no hacía mucho calor. Miré mi móvil, eran las dos y cuarto. Llamaron al timbre.
- Marina, ¿puedes ir tú mientras Daniel y yo movemos la mesa para que no nos dé el sol?
- ¡Claro!- dije mientras me dirigía hacia la puerta.
La abrí y al ver quién era no pude evitar sonreír.
- Hola Marina, ¿qué tal?
- Hola, Fernando.- dije soltando una risita.
- ¿Puedo pasar?
- Pues no soy la dueña de la casa, pero hay norma.
- ¿Qué norma?
- No se deja pasar a desconocidos.
- ¡Ah! ¿Ahora soy un desconocido, no?
- Siempre lo has sido, pero bueno, voy a hacer una excepción.- dije abriendo la puerta y riéndome.
Al principio Fernando estaba serio, pero después no pudo aguantar la risa y empezó a reírse.
Nos fuimos juntos al jardín riendo. Cuando llegamos, Luis ya estaba poniendo el mantel y los platos y Daniel estaba hablando por teléfono. Se despidió y colgó cuando nos vio llegar.
- ¡Fernando!
- ¡Daniel!
Dijeron a la vez chocándose las manos.
- ¿Con quién hablabas?- preguntó Fernando.
- Con mi hermano.
- ¿Y por qué no está aquí?
- Para eso me ha llamado, para decirme que va a venir con su novia.
- ¡¿Tu hermano tiene novia?!
- Sí.
Estábamos todos sorprendidos, pero claro, yo menos, porque en realidad no sabía ni que tenía un hermano. Al cabo de 10 minutos llamaron al timbre. Abrió la puerta Luis. Nosotros estábamos en la piscina, y vimos llegar a un chico moreno, con los ojos azules. Venía de la mano de una chica morena de pelo ondulado por la cintura, era así:
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- ¡Hola! Os presento a mi novia Austrid, es de Inglaterra y se mudó hace poco a este pueblo.
- ¡Hola!- dijo sonriendo.
- ¿Hablas mucho español?- le dijo Luis.
- Sí, bastante, mis padres me obligaron a aprender español antes de mudarme.
- Bueno, pues ya que estamos presentando, os presento a Marina.
- Hola, Marina.- dijeron Austrid y...
- ¿Cómo te llamas?- le pregunté al hermano de Daniel.
- Bruno.

Infinite Love~ Capitulo 3

Me desperté a las ocho porque estaba nerviosa. Había planeado llamar a Luis, ya que el otro día me lo pasé muy bien. Daniel era muy simpático y Fernando muy gracioso. Bajé a desayunar un tazón con cereales y cuando terminé subí a darme una ducha.
- Marina, ¿tienes pensado ir a algún lado?
- Voy a llamar a Luis, pero no sé si iremos a algún sitio.
Después de ducharme llamé a Luis.
- ¿Diga?
- ¿Luis? Soy Marina.
- ¡Marina! ¿Qué quieres?
- Pues quería saber si tú hoy vas a algún lado con tus amigos.
- Pues no había pensado nada, pero si queréis podéis venir a mi casa.
- ¡Ah! No, si da igual. Solo te llamaba para ver si habíais quedado o algo.
- Bueno, pues ven a mi casa a las 4 y estamos en mi piscina.
- Vale, a las 4 estaré allí.
Después de eso no sabía qué hacer.
Hice palomitas y me puse a ver una película en el sofá. Al cabo de un rato vino mi madre, que se sentó al lado mia.
- Cariño, te tengo que decir una cosa...
- ¿Qué cosa?
- Pues que nos ha llamado la abuela, porque dice que el abuelo se ha puesto malo y papá y yo vamos a ir a verlo.
- ¿Y cuándo volvéis?
- Pues creo que estaremos allí bastante tiempo, hasta que se recupere. ¿Estarás bien sola tanto tiempo?
- Sí, mamá, me las apañaré.
- Vale, voy a preparar las cosas porque nos vamos cuanto antes.- se levantó del sofá.- Tienes que ocuparte de la casa, no lo olvides.
- Vale, mamá.
Cuando mi madre se fue, apagué la película y subí a mi habitación. Miré el reloj de mi mesita: las 11:50.
Oí el teléfono y fui a cogerlo.
- ¿Si?
- Soy Luis. Que dice mi madre que os vengáis a las 2 y coméis aquí.
- Vale, allí estaré.
- Hasta luego.
Faltaban 2 horas y 10 minutos para que me fuera y no tenía ni idea de qué podía hacer. Mi cuarto estaba hecho una porquería, así que me puse a recogerlo. Mis padres ya se habían preparado. Fui a despedirlos y volví a mi cuarto. La casa estaba totalmente en silencio, sólo se oía el ruido de las olas al chocar con la orilla. Me pasó lo que me pasaba siempre, recogiendo encontré un montón de cosas de hace años que me pensaba que estaban en la basura. Me paré a verlas y cuando me di cuenta eran las 1:00. Me puse el bikini azul que regaló mi madre por mi santo. De ropa me puse unos vaqueros cortos y una camiseta de Inglaterra:
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Me pinté las uñas de los pies así:
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En una mochila metí mi toalla. Me recogí el pelo en un moño mal hecho y me puse mis gafas de sol. Salí a las 1: 50 para la casa de Luis. Llegué puntual. Me abrió la puerta Luis.
- ¡Marina! Pasa, siéntate, la comida está casi lista.
- ¿Soy la primera?
- ¡No, qué va, Daniel ya está aquí!
Llegamos al salón, donde estaba Daniel sentado en un sofá leyendo un periódico Me senté a su lado y Luis fue a la cocina porque su madre le llamó.
- ¿Qué lees?- le pregunté.
Levantó la cabeza del periódico y me miró. Tenía los ojos azules.

Infinite Love~ Capitulo 2

Alrededor del fuego había dos personas. Dos chicos.
- ¡Hola gente! Esta es Marina.
- Uhhhh, Marina, por fin te conocemos, Luis nos ha hablado mucho de ti, ¿sabes?- dijo el chico moreno.
Luis le echó una mirada y se calló.
- Marina, estos son Daniel y Fernando.
- ¿Quién es Daniel y quién es Fernando?- dije soltando una risita.
- Yo soy Fernando.- me dijo sonriendo el chico moreno.- soy guapo, encantador, inteligente,
y...
- Presumido, por lo que se ve.- dije sonriendo.
- Ja, ja, ja. No hace ni pizca de gracia. Iba a decir romántico. Y también me gustaría decir que soy tu chico ideal.
- ¿Mi chico ideal? ¿Desde cuándo?
- Desde este momento.
- Marina, Fernando está buscando novia, pero lo malo es que nadie le quiere.- dijo Daniel sonriendo.
Parecía que me iba a divertir más de lo que había pensado.
- Marina, siéntate y disfruta.
Me senté, y al cabo de un rato llegaron más personas. Llegaron tres chicas: Laura, Paula y Carmen. Estuvimos charlando, riendo, comiendo... hasta que miré mi móvil para ver la hora y vi que eran las 1 de la madrugada así que salí rápidamente hacia mi casa. Cuando llegué, abrí con mis llaves y me encontré a mi madre que me soltó una bronca por no avisarla de que iba a llegar tarde. Le pedí disculpas y me fui a mi cuarto. Miré el teléfono fijo y vi una llamada perdida de Inma. Me conecté con el portátil y la vi conectada.
- ¡Inma! ¡Por fin tenemos la oportunidad de hablar!
- Sí, ¡por fin puedo conectarme! Hemos estado todo el día en el centro comercial. La verdad es que el primer día no entendía el inglés casi, pero ya entiendo mucho más. ¿Cómo van las cosas por allí?
- Muy bien. Lo paso mal sin ti, pero hoy me he encontrado a Luis por la playa y me ha invitado a ir con sus amigos.
- Entonces estás bien, ¿no?
- Sí, pero te hecho de menos. He visto que me has llamado.
- Sí, en cuanto he llegado a la casa de mis abuelos. Tía, he conocido a unos chicos guapísimos. Estoy con ellos casi todo el día y hay uno que te gustaría mucho.
- Inma, lo siento pero no me puedo enamorar otra vez...
- Me parece injusto que por culpa de un gilipollas, no puedas enamorarte otra vez. Además, no todos los chicos son como él. Bueno, me tengo que ir, tía, pasa de ese imbécil y disfruta de la vida. No tienes que estar amargada por ese.
- Adiós Inma.
Inma se desconectó y yo apagué el portátil. Me acosté pensando que tal vez Inma tuviera razón y hubiera chicos dulces que te dicen por las mañanas “Buenos días princesa”. Aunque pensándolo mejor, yo no quería a un chico que me dijera eso, yo quería un chico que me desmotrara que me amaba sin tener que decírmelo, simplemente, que yo lo supiera.
Me dormí pensando que mañana llamaría a Luis.

Infinite Love~ Capitulo 1

Me levanté empapada en sudor y sobresaltada. Otra vez la misma pesadilla de siempre. Desde que mi mejor amiga Inma se fue a Inglaterra con sus abuelos, yo lo estaba pasando muy mal. Estaba muy preocupada por ella. Este era el primer verano que íbamos a pasar separadas. A sus abuelos, según me decía ella, les encantaba pasear por el campo, ir de compras, etc. Así que estaba mucho tiempo fuera. Me llamaba muy pocas veces.
“No lleva más que una semana fuera, no la agobies, está de vacaciones”
Esa frase se repetía millones de veces en mi cabeza. De vacaciones. Yo también estaba de vacaciones, y eso significaba que tenía que disfrutar. Miré el reloj: las 5:30 de la tarde. Decidí salir a dar una vuelta por la playa para pensar. Me puse una camiseta larga blanca y mis vaqueros rosas. Me mojé mi pelo rizado y salí. Nada más salir al porche, ya olía a mar. La playa estaba a unos pocos metros de mi casa. Cuando llegué a la arena, me quité las chanclas y empecé a caminar con las chanclas en la mano. Cuando ya llevaba mucho rato caminando, noté que me tocaban el hombro, y cuando me di la vuelta vi a Luis, el chico que estaba enamorado de mi desde tercero.
- ¡Hola, Marina! ¿Cómo llevas el verano?
- Hola. ¿El verano? Muy bien.- menti.
- Me han dicho que Inma se ha ido a Inglaterra con sus abuelos.
- Pues sí.
- Si quieres, un día te puedes venir con nosotros si quedamos aquí en la playa o en algún lado.
- ¿Con vosotros?
- Con mis amigos.
- Pues no sé si tendré tiempo, pero avísame si quieres, porque a lo mejor me apunto.
- Vale, yo te aviso. Bueno, me tengo que ir, es que precisamente hemos quedado a las 6:30 un poco más allá porque vamos a hacer fuego y eso. Si quieres vente.
- Pues vale, no estaría mal. ¿Vamos juntos?
- ¡Sí!, es decir... si, por qué no.
Y empezamos a caminar sin hablar, dirigiéndonos a donde Luis había quedado con sus amigos.

viernes, 3 de agosto de 2012

~Protagonista~

Marina---> Es la protagonista de la historia. Tiene 17 años. Tiene el pelo rizado por la mitad de la espalda. Es simpática, guapa y muy lista. La más lista de su clase. Le gusta mucho conectarse a tuenti y tiene muchos amigos gracias a eso.  Su sueño es que su chico ideal le bese en la playa que hay al lado de su casa. Su peor enemiga es Pilar, una chica que las mata callando. Es muy romántica, pero ella todavía no ha encontrado a su media naranja.