Estaba nerviosa,
pero con el beso me tranquilicé. No estaba segura, pero creía que
le había respondido a su beso. ¡Dios! ¿A quién pretendía
engañar? Daniel era la cosa más perfecta que me había pasado en mi
vida. Poco a poco noté como sus labios se separaban de los mios
dulcemente.
- Lo siento.-
me dijo en un susurro.
- ¿Qué
sientes? ¿Haberme besado? ¿Y por qué lo sientes?
- No soy el
adecuado para besarte, a ti debería besarte la persona a la que
quieres, no yo.
- Es que eres
tú la persona a la que quiero.
- No creo
que...
Ahora fui yo la
que le besó. ¿Cómo iba a resistirme? Ya me había besado él.
Tengo que decir que ese beso lo disfruté.
- ¡Vaya! Así
que soy yo la persona a la que quieres.- me dijo sonriendo.
- Espero que
no seas como...
- ¡Qué
dices! ¿Sabes? Para mí ser tu novio significaría quererte cada
día, cada hora, cada minuto, cada segundo... y lo mucho que te
quiero no te lo demostraría con palabras. Tu cuarto está arriba, ¿no?
- Emm... sí.
- Vale, tú
me guías.
De repente me
cogió en brazos y me llevó escaleras arriba. Se asomó a mi
habitación.
- Es ésta,
¿no?
- Sí.
Fue hacia mi
cama, me dejó tumbada y me besó la frente.
- Mañana vendré a verte para ver si has pasado bien la
noche. Te quiero.
- Entonces...
¿te vas?
- Sí, voy a
despertar a esos enamorados y nos vamos de aquí. No quiero que por
mi culpa no descanses.
- Demasiado
tarde. Creo que con todo lo que acaba de pasar, no voy a pegar ojo.
- Espero que
no sea así, Marina. Me tengo que ir, descansa. Mañana nos vemos.-
dijo besándome levemente los labios.- Adiós.
Y allí me
dejó, medio atontada por lo que acababa de vivir. Oí la puerta de
mi casa cerrarse y todo se quedó en silencio. Me arropé, hacía
mucho frío. Al final, me dormí. A la mañana siguiente llamaron al
timbre cuando yo acaba de terminar de ducharme. Tenía la toalla
alrededor del cuerpo. Abrí, era Daniel.
- Hola.- dije
sonriendo.
- Hola. ¿Has
dormido bien?
- Perfectamente.
Sube y me esperas mientras me visto y ya hablamos.
- Vale.
Subí las
escaleras sabiendo que me seguía a pocos pasos. Entré en el cuarto
de baño.
- ¿Quieres
entrar o no te importa quedarte fuera?
- Respeto tu
intimidad.
- Gracias.-
dije riéndome.
Dejé la puerta
del cuarto de baño encajada.
- ¿De qué
me quieres hablar?
- Pues... lo
primero decirte que te quiero, por si anoche no te quedó claro. Y
también decirte que eres la chica más bonita que he visto en toda
mi vida.
Me ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
ResponderEliminarCapitulo 8 ya porfaaa L
¡Dioooooooooooooooooooooos! Esta genial, necesito el siguiente jajaja
ResponderEliminarMe he encantado, en serio, Marina y Daniel son tan monos *-------------*
PRoximo ya PORFA !!! ME encanta no te rindas sigue!!! :)
ResponderEliminarMe encanta, es preciosa ^^ Me ha enganchado quiero leer el siguiente ya ;)
ResponderEliminarLo voy a empezar a escribir ahora mismo y espero que para mañana ya esté subido, muchas gracias por vuestros comentrarios que me animan a seguir con la novela:) Un beso^^
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