domingo, 26 de agosto de 2012

Infinite Love~ Capitulo 15


Mientras tanto, Marina y Daniel se dirigían al restaurante de la mano. Marina seguía en ascuas hasta que se encontraron frente un restaurante italiano.
-¡Hola Louis!
-¡Daniel!Cuánto tiempo.
-¿Tienes una mesa para dos?
-Por supuesto, seguidme.
Entraron en un restaurante precioso, aunque no muy grande, pero acogedor.
-¿Qué vais a querer?- preguntó Louis haciendo de camarero.
-¿Y desde cuando el chef se ocupa de los clientes?
-Servicio especial.- dijo Louis sonriendo.
-Bueno, pues... ¿tú que quieres, Marina? Louis, esta es Marina, mi novia.
-Encantado.- dijo Louis dándole dos besos a la chica.
-Lo mismo digo.- le contestó ella sonriendo.
-Bueno,-dijo Daniel- yo quiero espaguetis, ¿y tú Marina?
-Lo mismo.
-Enseguida lo traigo.
Cuando acabaron de comer tenían toda la cara manchada.
-¿Beso de tomate?- preguntó Marina.
-Beso de tomate- afirmó Daniel sonriendo.
Se besaron entre risas y cada uno limpió la cara del otro. Se despidieron y Marina dijo:
-A las cinco en el parque. Tengo una sorpresa.
-¿Me la vas a decir?
-No.
-No sé si podré aguantar.
-Pues tendrás que hacerlo.- dijo Marina sonriendo.
Cada uno se dirigió a su casa.
**
A la misma vez, dos chicas hablaban en un banco del parque. Austrid había quedado con Helena para llevar a cabo su plan.
-¿Sabes? Bruno y yo lo hemos dejado.
-¡¿Lo habéis dejado?!
-Pues sí. Pero no se lo cuentes a nadie. ¿Vale?
-No, claro que no.
¿Lo diría de verdad? Austrid no lo sabía, pero esperaba que no. Helena siempre la había apoyado y, aunque Bruno le había dicho que Helena contaba sus secretos, ella no quería creerlo. Pues sí, era la mejor amiga de Pilar, ¿y qué? Que fuera amiga de la ex de Daniel no significaba nada.
-Me voy.- dijo de repente Helena.
-¿Tan pronto?
-Es que... tengo cosas que hacer.
-Pero si llevas conmigo diez minutos.
-Lo siento.- dijo levantándose.
Helena echó a andar. No me podía creer que me dejara plantada. ¿Para eso había venido? Ya que estaba allí, entré a una cafetería que había enfrente del parque. Después de entrar, subí a la planta de arriba y me senté en un sillón. Llamé a Bruno.
-¿Cariño? Soy Austrid. Estoy en la cafetería de enfrente del parque. ¿Vienes? No, Helena se ha ido. ¿No puedes? ¿Diez minutos? Encima me haces esperar... Bueno, un beso. Te quiero.- metí el móvil en un bolsillo del bolso y saqué un libro que llevaba siempre. Empecé a leerlo.

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