A mi el tiempo se me pasó muy rápido. Al lado de Daniel, las horas
eran segundos. No me cansaba de mirar su pelo rubio, ni sus ojos azules,
ni su risa encantadora... me estaba enamorando. Me sorprendía de mí
misma. Todavía no me podía creer que me estuviera olvidando de lo que me
había pasado tiempo antes. Todo mi pasado quedaba en blanco cuando
estaba con él. Eso me hacía feliz y me enfadaba al mismo tiempo. Me
hacía feliz porque por fin de mi mente salían los dolorosos recuerdos;
me enfadaba porque seguramente estaba cayendo en la misma trampa.
Austrid y Bruno se quedaron dormidos. Daniel y yo no lográbamos
conciliar el sueño. Ninguno de los dos hablaba, todo era normal a pesar
del silencio que gobernaba la casa. Ninguno de los dos estaba incómodo.
Todo era... perfecto. De repente sonó el móvil de Daniel. Miró la
pantalla y lo cogió.
- ¿Sí? Ah, hola, Pilar. Pues claro que estoy bien. No tenías por qué,
pero gracias. Pues sí, con dos. Porque soy libre, ¿recuerdas? Sí, lo sé.
Seguro. Bueno, es tarde, acuéstate y descansa. No tienes que
preocuparte por las personas que no te importan nada. No es necesario.
¿Y ahora lo dices? Un poco tarde, ¿no crees? Bueno, adiós. Espero que tu
estado de ánimo mejore. Muchas gracias por preocuparte, aunque no eres
precisamente la persona que me gustaría que se preocupara por mí. Ala,
adiós.- Daniel colgó y se dirigió hacia mí poniendo los ojos en blanco y
resoplando.
- ¿Quién era? Parece que te tiene harto, ¿no?
- Era mi ex, Pilar. Y sí, me tiene harto. Un día me dice que me quiere
un montón y al día siguiente me dice: “Daniel, creo que pasas de mí,
hemos cortado”.- dijo Daniel con una voz chillona.- Y ahora me viene con
el rollo de que estaba confundida, me sigue queriendo y pretende que
volvamos como si no hubiera pasado nada. Y yo no soy así. Si un día te
peleas conmigo y me ofendes diciéndome que no te hago caso, al día
siguiente no voy estar contigo como si aquí no hubiera pasado nada.
Además, me rompió el corazón, la quería mucho. Buf... ¿tienes tú un ex
así?
- Pues... no. Pero también me rompieron el corazón una vez.
- ¿Quieres hablar del tema conmigo o prefieres no mencionarlo?
- Pues nunca se lo he contado a nadie, solo a mi amiga Inma. Pero tú me
has contado un problema y creo que lo más justo es que yo te cuente a ti
otro.
- Me parece bien. Puedes empezar, te escucho.
- Pues bueno, cuando estaba en tercero de E.S.O. conocí a un chico muy
majo que estaba en mi clase. Era guapo y me encantaba. Algún chivato se
lo diría, porque una tarde me dijo por tuenti que él sabía que yo le
quería y que él también estaba enamorado de mí. Yo le dije que eso era
mentira, que yo a él no le quería. Que me gustaba otro. Pero él seguía
diciendo que me quería y que yo le quería a él. Todas las mañanas me
decía “Buenos días princesa”, y eso me encantaba, así que cada día me
enamorabas más de él. Un día me dijo que si quería salir con él. Yo no
sabía qué decirle. Era la primera vez que un chico me pedía salir y
aunque yo le quería, me daba miedo salir con él. Todas las noches antes
de acostarme me decía que si ya había decidido si iba a salir con él. Al
final, el amor le ganó al miedo y le dije que sí. Estuvimos una semana
saliendo. Estaba ya perdiendo todo el miedo, pero un día me dijo que ya
no podía seguir con la broma. Yo le pregunté que qué broma y él me dijo
que en realidad él no me quería, que era para reírse un rato. Y se lo
tomó a risa. Yo volví a tener miedo a los hombres y ahora a él lo odio.
- Pues no tienes que tenerle miedo a los hombres. No todos son iguales que ese imbécil. Yo no soy así, por ejemplo.
- Ya sé que tú no eres así, pero el miedo que llevo es doble y es difícil de sacármelo.
- Bueno, ¿y ahora estás enamorada?
- Eso creo.
- Pues si estás enamorada, es que el miedo a enamorarte ya no existe en ti. Eso es bueno. Yo también estoy enamorado.
- Estás enamorado y no tienes miedo a salir con nadie. Seguramente la
chica a la que quieres está dispuesta a salir contigo si se lo pides.
- Eso no lo sé.
- Pues yo sí lo sé. Se lo pidas a quién se lo pidas, dirá que sí. Tienes
esa suerte.- dije ya entre lágrimas. No sabía por qué lloraba, pero me
estaba desahogando y me sentía bien, por lo que no hice el intento de
parar.- Tú al menos no tienes el miedo de enamorarte y sufrir una vez
más, porque...
Y así como así, se me pararon las lágrimas, el llanto y hasta el
corazón. No me lo podía creer pero era así. Daniel me estaba besando.
No se porque pero cada dia que pasa esta novela me gusta mas!
ResponderEliminarSigue asin y no cambies!
Eres increible escribiendo novelas!
Y e de decir una cosa.. lo mismo que le pasó a marina con lo hombres.. me pasó a mi :'(
Ya te contaré DLF
Tequiero <3
Wowwww esta genial qiero el siguiente YA porfavor!!! te tengo en favoritos!! estoy de acuerdo con perfect photography love sweet coockies : " No se porque pero cada dia que pasa esta novela me gusta mas!
ResponderEliminarSigue asin y no cambies!
Eres increible escribiendo novelas!"
Se te quieree
Me a encantado ^^ Sigue haciendo más capituloss :D jojoj
ResponderEliminarMuchas gracias! A vosotras si que se os quiere;)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBueno pues...decirte que tienes mucho talento y que tienes que seguir escribiendo(;
ResponderEliminarCada vez me gusta mas esta novela,describe un poco mi vida amorosa,pero solo un poco(:
Tengo muchisima intriga.
Un besito :3
Y sigue asi.
El capitulo 7... ya esta publicado!
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